Así se vivió el 15o aniversario de la Travesía Sagrada Maya en Xcaret

Cada año, Xcaret recrea la peregrinación prehispánica que los mayas hacían remando para adorar a la diosa Ixchel. Te compartimos la cobertura especial TLK.

Por Lucía Corona

¿Qué tal estuvo tu fin de semana?

Mientras seguro andabas en tu quinto sueño, cientos de personas se reunieron la madrugada del viernes 19 de mayo en el parque Xcaret, ubicado en Playa del Carmen, para embarcarse en un viaje al pasado y reconectar con uno de los rituales más característicos de la cultura maya: la Travesía Sagrada

¿La khá? Se trata de un ritual milenario que desde 2005 fue rescatado del olvido por el Grupo Xcaret. El objetivo es invocar a Ixchel —diosa de la Luna, que tiene influencia sobre las mareas y los cuerpos de agua— a través de un sacrificio que consiste en navegar desde la antigua Polé (hoy Xcaret) hacia la isla de Cuzamil (hoy Cozumel). 

Hace siglos, esta travesía la realizaban los pescadores para que hubiera buena pesca, los agricultores para que hubiera buena cosecha, así como las parejas que querían crear una familia. Además, habían canoeros que iban por otras razones, pues Ixchel también es la diosa de la adivinación, la pintura y la medicina.  

Con la frente y el remo en alto

En esta ocasión, se presentaron alrededor de 350 canoeros —cuyas edades iban desde los 18 hasta los 60 años— que remaron un promedio de 64 kilómetros para pedir prosperidad, fertilidad y abundancia. Así, emprendieron un viaje de transformación a nivel físico, mental y espiritual, pues tuvieron que pasar seis meses preparándose para este cruce, conociendo sus límites y superándolos. 

La ceremonia comenzó en el parque Xcaret, con danzas, música y simbolismos mayas que formaron parte de un ritual de purificación. El público, siendo testigo del esfuerzo que cada canoero invirtió durante los últimos meses, se desbordó en euforia al momento de verlos salir vestidos con trajes prehispánicos y con el remo en mano. Al amanecer, las y los canoeros fueron despedidos por sus seres queridos, e iniciaron su travesía.  

Durante el evento, TLK se echó una deep talk con Carlos Serrano, coordinador de Patrimonio cultural de la Dirección general de Xcaret, quien nos comentó de la logística que hay detrás de la Travesía Maya: "Hemos partido de una extensa investigación que nos llevó dos años, que incorpora fuentes arqueológicas, prehispánicas, indígenas y otras coloniales como Fray Diego de Landa, López de Yudo y otros". 

Además de colaborar con el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Centro de Estudios Mayas de la UNAM, Grupo Xcaret también contó con el apoyo tanto de la Capitanía de Puerto como de la Marina, que mandaron barcos y elementos para acompañar a las 35 canoas y asegurarse de que llegaran sanos y salvos.  

Después de casi seis horas de remo… 

Las y los canoeros fueron recibidos con aplausos, lágrimas y sonrisas en la isla de Cozumel, donde ofrecieron bailes y ofrendas a la diosa Ixchel. El evento concluyó con una lectura del oráculo que, tal y como lo menciona fray Diego de Landa en su libro Relación de las cosas de Yucatán, se trata de un mensaje que la diosa Ixchel emite a sus canoeros para inculcarles la idea de cuidar la naturaleza y tener una relación armónica y respetuosa con los recursos naturales. 

A la mañana del día siguiente, los participantes volvieron a subirse a las canoas y emprendieron su viaje de regreso, que duró un promedio de cinco horas. Apenas llegaron a Playa del Carmen, una ola de emoción estalló en las costas del parque Xcaret, donde fueron recibidos con los brazos abiertos. 

“El canoero que cruza no es el mismo que sale”, fue la conclusión a la que llegó Serrano, quien agregó que los participantes “se encuentran a sí mismos (en el mar), encuentran fortaleza en sus compañeros y surge una hermandad para toda la vida”. 

Nosotros hablamos con algunos de los canoeros, quienes compartieron emocionados las razones personales que los llevaron a realizar esta travesía. Nos contaron que, en la soledad del mar, los navegantes se tomaron un momento para detener sus canoas, depositar una ofrenda en el agua y conectarse con su propósito. Algunos que ya habían realizado la Travesía Sagrada en ocasiones anteriores, nos contaron del término "hijos de la travesía", refiriéndose a los niños que nacen de mujeres que tenían dificultades para concebir y después que realizaron la travesía con el deseo de formar una familia, quedaron embarazadas. 

¿Apropiación cultural o sentido de pertenencia?

A lo largo de los años varias personas han señalado que el evento de la Travesía Sagrada puede caer en la apropiación cultural. Así podrás ver comentarios en algunos videos y fotografías del evento que circulan en redes sociales haciendo hincapié en esto. Al respecto, Serrano nos dijo: 

"Desde hace más de 500 años nadie navegaba. Y si no se nos hubiera ocurrido recuperar esta práctica, esta antigua tradición, nadie seguiría navegando. Creemos que difundir y visualizar las antiguas tradiciones forma parte de la herencia cultural, forma parte de la misión que tenemos todos los que estamos alineados con la Unesco para generar un conocimiento y un orgullo de la cultura que es patrimonio de todos". 

Igual recalcó que el evento se realiza año con año "con la mejor intención de generar orgullo, de pertenencia, de conocimiento de la cultura".

En medio de estas discusiones, lo que podemos asegurar es que la Travesía Sagrada Maya de Xcaret nos presenta una experiencia que enaltece las antiguas costumbres, cosmovisiones y rituales mayas.