¿El momento de Kamala?

Con una candidata nueva, sin cargos criminales en su contra y mucho más joven que su predecesor, parecería que ante todo pronóstico los demócratas acertaron en su nueva apuesta.

¿El momento de Kamala? 

Con una candidata nueva, sin cargos criminales en su contra y mucho más joven que su predecesor, parecería que ante todo pronóstico los demócratas acertaron en su nueva apuesta.  

El 13 de julio, el ex presidente y actual candidato republicano, Donald Trump fue víctima de un intento de asesinato, que rápidamente lo reafirmó como el favorito para ganar las elecciones en Estados Unidos frente al actual mandatario Joe Biden. 

En un contexto donde el debate presidencial realizado a finales de junio había terminado de sepultar la campaña de Biden y aunado al fallido atentado contra Trump (que lo hizo ver como un casi mártir), todo parecía estar escrito en la contienda electoral de nuestro vecino del norte; el triunfo de Donald Trump era inminente. 

No obstante, el cambio de estafeta por parte del Partido Demócrata ha traído un renovado interés a las elecciones estadounidenses, donde anteriormente el electorado se estaba viendo obligado a votar entre la espada y la pared.  

Con una candidata nueva, sin cargos criminales en su contra y mucho más joven que su predecesor, parecería que ante todo pronóstico los demócratas acertaron en su nueva apuesta.  

A poco menos de un mes de haber sido oficialmente nombrada como la sucesora de Joe Biden, Kamala Harris ha logrado dar la vuelta a una tendencia a favor de los Republicanos. 

De acuerdo con una encuesta realizada por Cook Political Report Swing State Project, Kamala Harris, lidera en los “swing states” es decir, Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, North Carolina, Pennsylvania y Wisconsin (el término swing state hace referencia a los estados del país que no tienen una preferencia electoral definida hacia algún partido). Sin embargo, es necesario mencionar que la preferencia hacia Kamala la favorece por un punto únicamente.

Asimismo, otras encuestas señalan que Kamala Harris está triunfando en estados claves a poco menos de cuatro meses para las elecciones. 

Por otro lado, diversos medios han señalado que la recaudación por parte de la campaña de Harris ha sobrepasado a la de Donald Trump. Lo anterior demuestra que aunque nada está dicho, la campaña de Kamala Harris está ganando momentum. 

Cuando las cifras son analizadas es justo preguntarse si realmente esta ventaja es significativa y si realmente la candidata demócrata ganará las elecciones. 

A meses de celebrarse la elección no hay una respuesta obvia, ni realmente el resultado electoral está escrito o existe una tendencia irrevocable hacia alguno de los candidatos.

No obstante, lo que las cifras indican es que una renovada campaña demócrata, liderada por una candidata mujer y percibida como una alternativa joven puede realmente competir y generar interés contra los republicanos, en una contienda que será reñida por decir lo mínimo.

También, las preferencias electorales seguirán cambiando, a falta de debates entre los dos candidatos. Del mismo modo, la situación económica será un factor central en la inclinación de los votantes (recordemos que hace pocos días se reportó la caída de las bolsas de valores a nivel mundial, lo que generó especulación de una posible recesión).

Además, la guerra en Ucrania y el conflicto humanitario y armamentista en Medio Oriente serán clave. Hoy en día, la polarización interna generada por el apoyo tanto monetario y armamentístico a estos conflictos internacionales divide al país, con una gran parte de los ciudadanos dispuestos a elegir al candidato que prometa terminar con ellos. 

SOBRE LA AUTORA

Pilar es egresada de la licenciatura de Relaciones Internacionales por parte de la Universidad Anáhuac México y cuenta con experiencia en el área de la comunicación y análisis político.