La salud mental en la era del cambio climático

La crisis ambiental no solo afecta al planeta, también impacta nuestra salud mental. Acá abajo te contamos un poco más sobre este tema.

Un efecto dominó 

El cambio climático no solo afecta bosques, mares o glaciares, también está desencadenando una crisis silenciosa en nuestra salud mental. Piénsalo: mientras los desastres naturales como los huracanes, incendios e inundaciones son más frecuentes, la ansiedad por el futuro del planeta sigue creciendo. De hecho, desde 1996, el término “ecoansiedad”, acuñado por Véronique Lapaige, describe la inquietud o miedo que se siente ante los problemas ambientales. Una encuesta publicada en la revista Lancet Planetary Health que analizó a 10,000 jóvenes de entre 16 y 25 años de 10 países como Reino Unido, Brasil, Estados Unidos, India, entre otros, señaló que el 59% de ellos está agobiado por el cambio climático.

El impacto después de la tormenta

De acuerdo a un estudio de la Asociación Estadounidense de Psicología (APA, por sus siglas en inglés), el 30% y 40% de quienes viven un desastre natural terminan con problemas de salud mental. Para revisar esto, podemos tomar como ejemplo el devastador huracán Katrina del año 2005. Al menos el 25% de los afectados desarrollaron Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), según un estudio llamado Health Effects of Coastal Storms and Flooding in Urban Areas: A Review and Vulnerability Assessment. Además, existen numerosos estudios que señalan que la pérdida de un hogar, la incertidumbre y el miedo que se desencadena tras un desastre natural generan una carga emocional que puede durar años. 

Hablemos también sobre los efectos menos evidentes

También hay otros efectos que no tienen una causa tangible. Por ejemplo, las olas de calor extremas no solo nos hacen sudar de más, también afectan nuestro estado de ánimo. De hecho, un estudio en Nature Climate Change publicado este año sugiere que esto es normal y señala que  el aumento de temperaturas puede incrementar la irritabilidad, la agresividad e incluso las tasas de suicidio.  

El cambio climático no afecta a todos por igual

Las comunidades marginadas, que ya enfrentan pobreza y discriminación, son las más vulnerables ante los desastres naturales. Y es que, al no contar con los recursos económicos para recuperarse después de los desastres o adaptarse a los cambios, su salud mental queda aún más comprometida. Los agricultores y trabajadores al aire libre que dependen del clima para su sustento, también cuentan con altos niveles de ansiedad y depresión. 

Si sientes que esta crisis te está sobrepasando, lo mejor que puedes hacer es hablar con alguien. No estás solo ni sola, y tu bienestar es igual de importante que el del planeta.

Vía: National Geographic, Foro Mundial, American Psychological Association & ecoAmerica, International Journal of Mental Health Systems

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