Quieren meter al bote a Netanyahu y a un líder de Hamas

La Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto para personajes clave en el conflicto armado de Israel-Hamás, ¿pero qué implicaciones tiene esto? Y más importante, ¿cuál es el límite de la Corte Penal Internacional?

Pexels: Katrin Bolovtsova

Con las órdenes de arresto de la Corte Penal Internacional a personajes clave en el conflicto armado de Israel-Hamás, ¿veremos consecuencias reales?

El jueves, la Corte Penal Internacional (CPI) emitió órdenes de detención contra figuras clave en el conflicto entre Israel y Gaza. El mero mero de los fiscales de la CPI, Karim Khan, va tras Benjamín Netanyahu (Primer Ministro de Israel), Yoav Gallant (ex ministro de Defensa de Israel) y Mohammed Deif (comandante militar de Hamas). Aunque este último murió en julio, o eso es lo que dice el ejército de Israel. De ser cierto, es probable que retiren la orden, así como lo hicieron con Yahya Sinwar e Ismail Haniyeh (dos políticos pesados de Hamas) cuando fallecieron.

¿Qué es la Corte Penal Internacional?

Acá te lo explico. La CPI empezó a operar en 2002 y ha llevado cerca de 31 procesos y enjuiciado a 51 personas. No confundir con la Corte Internacional de Justicia (CIJ), porque esa es otra. La CPI juzga personas bajo el Estatuto de Roma, mientras que la CIJ atiende pleitos entre Estados, a petición de ellos o por solicitud de la Asamblea General o el Consejo de Seguridad de la ONU. A esta última a menudo se le dice “La Corte de la Haya”, aunque, en realidad, las dos cortes están en La Haya, así que esto no ayuda mucho. Quédate con que la CPI juzga cuatro crímenes (gravísimos por cierto) y la otra atiende problemas de derecho internacional de los Estados.

Los cuatro crímenes son:

  • Genocidio

  • Guerra

  • Agresión

  • Lesa humanidad

Esta Corte puede iniciar procesos por tres vías: 1) lo pide un Estado, 2) lo pide el Consejo de Seguridad de la ONU o 3) lo pide un fiscal de ese mismo Tribunal.

¿Y por qué los quieren meter presos?

El fiscal Khan señala a estas personas como presuntos responsables de crímenes de guerra y de lesa humanidad, cometidos contra la población gazarí desde el 8 de octubre de 2023. Los crímenes de lesa humanidad están enlistados en el artículo 7 del Estatuto de Roma, allí se incluyen el exterminio, esclavitud, deportación o traslado forzoso de población, tortura, agresiones sexuales, entre otras barbaridades. Por su parte, en los crímenes de guerra están las infracciones a los Convenios de Ginebra de 1949, el confinamiento ilegal, la toma de rehenes y más atrocidades que dan nañaras escribirlas, pero que las puedes leer en el artículo 8 del Estatuto.

¿Lo van a hacer o es puro cuento?

Luego del anuncio salieron las primeras opiniones. Biden ha calificado esa orden como “escandalosa”, Milei también la criticó y Netanyahu dijo que “es absurdo”. Igual el portavoz de la Casa Blanca dijo que la Corte “no tiene jurisdicción” sobre ese asunto y es que aquí está el meollo del asunto: sólo 124 Estados son miembros de la CPI. Israel y EE.UU. no son parte de la Corte, así que en la práctica esto podría no realizarse. Aunque en 2021, el Secretario General de la ONU aceptó la adhesión de los palestinos al Estatuto de Roma. Así que, según la CPI, también tiene competencia en Cisjordania y Gaza.

De cualquier manera, la orden de la CPI convierte a estas figuras en sospechosos buscados a nivel internacional, por lo que podrían quedarse aislados. Así como le hicieron a Vladimir Putin, que no pudo ir Johannesburgo en 2023 porque podían haberlo agarrado ahí. Ya que el Estatuto de Roma establece que los Estados deben ejercer su propia jurisdicción penal contra los responsables de crímenes internacionales. O sea que si a Netanyahu o a Putin se les ocurre viajar a uno de esos 124 países, éstos podrían apresarlos. Y dudo mucho que quieran arriesgarse a ello.

SOBRE EL AUTOR

Asociado del Programa de Jóvenes COMEXI. Licenciado en Relaciones Internacionales con Mención Honorífica por la UNAM y egresado de la Maestría en Estudios en Relaciones Internacionales de la UNAM.