Trump 2024: La amenaza de un retroceso patriarcal en derechos y diversidad

La reelección de Donald Trump no solo representa una amenaza a nivel político, sino que también pone en riesgo los avances sociales alcanzados en temas de igualdad de género, derechos humanos y justicia social.

La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca por segunda vez ha desatado una ola de preocupaciones que se han venido gestando tanto en el marco internacional, como a nivel individual. A pesar de que desde su primera postulación y consecuente Presidencia desató una serie de cuestionamientos y miedos, su segundo mandato promete ser más grave y preocupante que el anterior. 

Desde el aumento del discurso racista y xenófobo hacia la comunidad migrante, con el “sello de la frontera con México” y la deportación masiva, hasta las restricciones de financiamiento y prohibición de lo que llama “la ideología woke”, donde propone reformar el sistema educativo eliminando la Teoría Crítica de la Raza y la educación de género en las escuelas, su Presidencia se presenta como una amenaza. Asimismo, Trump se opone a la financiación pública de cirugías de cambio de sexo y busca “proteger” los deportes femeninos al mantener a las mujeres trans fuera de las competiciones femeninas. Esto aunado a la agenda republicana fuertemente pro-vida, con énfasis en la oposición a los abortos tardíos, mientras se dará apoyo a los derechos de los Estados para aprobar leyes que protejan a los no nacidos. 

El escenario para las mujeres, la diversidad sexo-genérica y la población migrante pinta bastante gris, por lo que me gustaría abordar cuatro principales factores que deberíamos tener en mente: 

1) Un estudio de la Universidad UC Davies realizado en 2022 y publicado en enero de 2024 estimaba que los seguidores de Trump MAGA tienden a ser mayoritariamente blancos (81%) y sin estudios universitarios (77.8%). Una mayoría de ellos (71.6%) cree que en Estados Unidos hay una discriminación en contra de los blancos que es igual o peor que contra los negros y otras minorías. Trump también ha logrado cimentar su apoyo entre los latinos y asiáticos, así como los cristianos conservadores, que vieron cómo durante su gobierno cumplió con objetivos que revocaran el derecho al aborto. En este sentido, Trump apeló por lo que se conoce como el “voto macho”, buscando mayoritariamente el apoyo de los hombres y propiciando valores patriarcales, que con su victoria demuestra que tienen cabida en la sociedad. 

2) Donald Trump cuenta con 34 delitos graves por falsificación de documentos en un intento por silenciar a la actriz porno Stormy Daniels. Además, en 2023 la justicia le dio la razón a la escritora E. Jean Carrol quien lo había acusado de abuso sexual. A esto se suma la investigación por su presunta instigación al intento de golpe de estado del 6 de enero de 2021. Ante esto me pregunto, ¿qué imagen se está dando a nivel global? ¿Qué dice que un hombre confirmado abusador puede llegar a la presidencia de uno de los países más poderosos del mundo?¿Qué le dice esto a las víctimas? ¿Qué le dice a los hombres?

3) Para muchas mujeres en el ámbito profesional, la victoria del republicano puede significar un aumento en el acoso y la discriminación laboral. Un estudio de la Universidad de Pennsylvania indicó que, tras la victoria de Trump en 2016, los hombres adoptaron tácticas de negociación más agresivas con las mujeres, creando un entorno laboral menos favorable para ellas. Asimismo, su gabinete actual incluye figuras como Steve Mnuchin, Betsy DeVos y Larry Kudlow quienes han defendido políticas regresivas en temas de equidad de género y derechos laborales, generando preocupación sobre la implementación de normas que podrían afectar negativamente la igualdad de oportunidades en el ámbito profesional. Además, en un rally en Nevada Trump afirmó que asignará a Robert F. Kennedy Jr. a cargo de “la salud de las mujeres”, es decir, un hombre con antecedentes problemáticos en su gestión de la salud.

4) A lo largo de toda su carrera, Donald Trump ha realizado comentarios despectivos hacia las mujeres, contribuyendo a perpetuar una visión tradicional y limitada de su rol en la sociedad, al relegarlas a posiciones 'secundarias' y sexualizarlas. Importante destacar que, Kamala Harris ha sido criticada entre los conservadores y republicanos por no tener hijos, un punto que se utiliza para cuestionar su compromiso con el país. Este tipo de críticas reflejan una persistente expectativa social que mide el valor y la capacidad de una mujer, especialmente en la política, en función de su rol como madre, una concepción que subestima sus logros profesionales y su contribución al ámbito público. Irónicamente, Trump, el hombre que representa el “ideal de la familia tradicional” tiene 5 hijos con 3 esposas diferentes. Del mismo modo, recientemente reafirmó en una entrevista la emblemática frase “grab them by the pussy” de 2005, haciendo referencia a que podía tocar a las mujeres sin su consentimiento debido a su estatus de celebridad.

En este contexto, la reelección de Donald Trump no solo representa una amenaza a nivel político, sino que también pone en riesgo los avances sociales alcanzados en temas de igualdad de género, derechos humanos y justicia social. Su discurso y sus políticas refuerzan los valores patriarcales, racistas y excluyentes que podrían desencadenar un retroceso significativo en la lucha por los derechos de las mujeres, las minorías sexuales y la población migrante. La legitimación de estos discursos en la esfera pública contribuye a la normalización de conductas y actitudes discriminatorias, poniendo en peligro tanto los derechos individuales como el tejido social que busca promover una sociedad más inclusiva. Es fundamental que, ante estos desafíos, la ciudadanía y las instituciones se mantengan firmes en la defensa de los derechos humanos y trabajen por un futuro donde la equidad y el respeto sean los pilares de la convivencia.

SOBRE LA AUTORA

LUCÍA AGUILAR

Estudiante de último semestre de Relaciones Internacionales por la Universidad Iberoamericana, con especial enfoque en estudios de género y derechos humanos. Ex miembra de la mesa de directiva de la organización “Unión de Mujeres Activistas”, directora de la vocalía de Acción Social 2021-2022 y participante de la formación "Política Exterior Feminista y Migración” con trabajo de campo en Cataluña. Actualmente colabora con el Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana en temas sobre desaparición forzada y fosas clandestinas, y realiza investigación independiente sobre la defensa ecofeminista del territorio en México y Colombia.